El fondo, gestionado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) es destinado a la implementación del proyecto “Uso de tecnologias sociales para la reducción del deforestación” en áreas afectadas por represas.

En agosto de 2017, el Movimiento de Afectados por Represas (MAB) por sus siglas em português, conquistó un importante recurso de incentivo contra la deforestación, a través de la permanencia de las familias campesinas en los territorios. Denominado “Uso de tecnologías sociales para la reducción de la deforestación”, el proyecto buscar promover la agroecología y la utilización de energías alternativas.

El Fondo Amazonia, se compone principalmente con donaciones de los gobiernos de Alemania, Noruega, y Petrobras, y es gestionado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES). Este proyecto específico junto a la población afectada será implementado por la Asociación de Desarrollo Agrícola Interestadual (ADAI).

El proyecto es fruto de años de lucha y será realizado durante los próximos tres años en regiones donde los afectados conviven con violaciones de derechos en la construcción de grandes obras, contribuyendo para el aumento de la calidad de vida de esas familias junto a la preservación ambiental.

El proyecto

Con un valor de R$ 9.075.000,00 (nueve millones y setenta y cinco mil reales) via Fondo Amazonia, el proyecto tiene como meta alcanzar la implementación de 240 unidades de Proyectos Agroecológicos Integrados y Sustentables (PAIS), con producción de hortalizas para consumo familiar y generación de renta. En este sentido, también instalará 240 unidades fotovoltaicas para generación de energía eléctrica para la irrigación de esas huertas y atender el consumo de agua en las casas de las familias.

La propuesta incluye la capacitación técnica de agentes contratados y de las familias en la producción de alimentos saludables, en la discusión relacionada al uso sustentable de los recursos naturales, en la reducción de los índices de deforestación y principalmente en el fortalecimiento de la organización de los afectados por represas en los estados de Rondonia, Mato Grosso, Pará y Tocantins, fortaleciendo y ampliando los objetivos trazados desde los primeros pasos de la organización en estas regiones.

Cuestión de justicia

Los planes de inversión en proyectos de infraestructura pasan en gran medida por incentivos de bancos, en especial del BNDES. El Movimiento de Afectados por Represas entiende que esa institución ejerce un papel estratégico en el plan de expansión de las inversiones en obras, pero debería también tener una política más directa y ágil de inclusión social, destinando recursos para programas y atención de pautas de sectores organizados de la sociedad, buscando construir acciones de desarrollo local, de forma responsable, sustentable y de inserción de esa inmensa mayoría de la población que queda al margen de ese progreso.

Considerando los proyectos financiados por el BNDES entre 2002 y 2012 en el área energética, fueron cerca de 650 proyectos que beneficiaron a los sectores empresariales, públicos y privados, sumando R$ 225 billones en las tres cadenas industriales: cadena del petróleo y gas; la cadena del agro combustible; y la cadena industrial de electricidad (generación, transmisión y distribución). Solamente para la cadena industrial de la electricidad fueron 355 proyectos financiados, que suman en total un valor de 101 billones. De esos, 148 son hidroeléctricas financiadas en todo el país, sumando más de R$ 60 billones con recursos de ese banco.

En este período, había una fuerte acción e inversión del BNDES en la construcción de represas, sea tanto por la financiación de las obras, o siendo él mismo un inversor. Por esto, consideramos razonable y justo reivindicar que se destinen recursos y se creen programas específicos para atender las justas reivindicaciones de las poblaciones afectadas, que hace muchos años no encuentran espacio y tratamiento con medidas concretas en ningún órgano gubernamental.

El proceso

Frente a este análisis y fruto de intensos procesos de movilización social, en el sentido de responsabilizar a los agentes financiadores de las obras y los órganos del gobierno federal responsables por la implementación de esos proyectos, el MAB intensificó el diálogo con esos sectores, tratando de (re) presentar su pauta histórica. Esa propuesta específica fue inicialmente presentada en 2014, como pauta de reivindicación nacional. En octubre de 2015, a partir del proceso de luchas, resultó en una reunión con la presencia del director del Fondo Amazonia, y el presidente do BNDES, en la sede del banco en Río de Janeiro. A partir de esa fecha, iniciamos la elaboración de una propuesta que contemplase parte de las demandas sociales y ambientales de esas poblaciones afectadas dentro del bioma amazónico.

Los desafios

Frente a esta importante conquista, fruto de um amplio proceso de construcción colectiva, queremos continuar construyendo y fortaleciendo la organización en la región y em el ámbito nacional. En esta perspectiva, los objetivos establecidos para ese proyecto dialogan con tres temas principales. En primer lugar responsabilizar a los agentes financiadores y constructores de represas a atender la pauta socioambiental en los territorios donde son implementados esos proyectos. Un segundo tema es la continuidad del diálogo sobre la necesidad de establecer una política de tratamiento a las poblaciones afectadas por represas a nivel nacional, exigiendo de los entes públicos la reglamentación de esta política, sistematizada en la Política Nacional de los Afectados Por Represas. Un tercer tema es el subsidio, a partir de esta propuesta de proyecto, experiencias concretas de producción de alimentos para consumo familiar, generación de renta, capacitación en temas como sustentabilidad, agroecología, deforestación y uso de fuentes alternativas de generación de energía eléctrica, con uso de fuente solar, sirviendo de experiencia concreta para ser multiplicada y difundida en nuestra base social y con nuestros aliados a nivel nacional e internacional.