Como objetivo de esta fase del proyecto «Uso de tecnologías sociales para reducir la deforestación», en el estado de Rondônia ya se han puesto en marcha 19 de los 23 huertos previstos. En todo el proceso de construcción participan la familia beneficiaria, las familias vecinas y el equipo técnico del proyecto. Esto acelera la construcción y reaviva el espíritu de trabajo colectivo.

«Creemos que estamos muy avanzados en el proceso. Empezamos a principios de octubre y ya estamos en la fase de cierre de esta primera etapa, con sólo cuatro jardines por delante», dijo Pedro Bonifácio, del equipo técnico del proyecto en la región. Y añade: «Estamos construyendo los gallineros y los parterres, y en una segunda fase instalaremos el riego y los paneles solares. Este proceso durará hasta enero».

Cleidi Passos, residente del asentamiento Paraíso das Acácias, en el municipio de Candeias do Jamari/RO, afirma: «Este es un proyecto muy importante en nuestras vidas. Porque vamos a empezar a producir alimentos sanos a través de la producción agroecológica y también a garantizar unos ingresos extra vendiendo los productos que salen de mi huerto. La idea es vender en ferias y repartir en las escuelas».

Y añadió: «En nuestra comunidad ha sido muy importante. Estamos trabajando juntos y estamos muy contentos porque ya hemos empezado a plantar algunas cosas. Es una forma de organizarnos, de aprovechar lo que hemos ganado y de valorar lo que es muy importante en nuestras vidas, como la comida sana».

El proyecto es una realización del Movimiento de Afectados por Represas (Movimento dos Atingidos por Barragens – MAB), llevado a cabo por la Asociación de Desarrollo Agrícola Interestatal (Associação de Desenvolvimento Agrícola Interestadual – ADAI) en colaboración con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social – BNDES).