El proyecto «Uso de tecnologías sociales para reducir la deforestación» ayuda directamente a 240 familias afectadas por presas en los estados de Tocantins, Pará, Mato Grosso y Rondônia. Son familias que viven de la tierra para sobrevivir, cultivan hortalizas, siembran cereales, crían pequeños animales, practican el extractivismo sostenible y muchas viven también de la pesca.
En general, se trata de familias que viven en pequeñas propiedades, con grandes dificultades para acceder a políticas públicas como sanidad, educación, asistencia técnica, electricidad y espacios de ocio. Se trata de familias que han creado una identidad como campesinos y buscan constantemente superar las dificultades mediante la acción colectiva para permanecer y fortalecerse en la tierra.